
Les ofrecemos una emotiva carta de una madre que hace dos años perdió a su hijo en un trágico accidente de ascensor junto con su novia. Ciertamente es desgarradora y emotiva la carta de una madre que pierde a un buen hijo en la flor de la vida. Sólo quería comentar un matiz. Aunque lógicamente los católicos tenemos fe en la vida eterna y esperanza de alcanzarla, que está muy bien, hay una costumbre ahora de hablar siempre de los fallecidos con la certeza de que están en el cielo.
Hay que tener en cuenta quitando los casos de martirios y de santos muy singulares pocos van directamente al cielo sin pasar por el purgatorio. También es algo muy cierto que nos podemos condenar si nos sorprende la muerte en pecado. Esto es algo muy cierto que ya no se predica, pues es más cómodo decir que todo el mundo va al cielo directo. Es de desear que así sea, que haya muerto bien y que se hayan ofrecido Misas por su alma.
Les dejamos con un breve resumen de la fatal noticia y con la emotiva carta y pedimos oraciones por el alma de José y Belén.
Breve resumen del fatal desenlace
Un terrible accidente acabó de forma trágica con la vida de José y Belén, dos novios madrileños de 17 años que murieron tras precipitarse por el ascensor hace dos años en el centro de Madrid. Los novios se encontraban celebrando el final de los exámenes de segundo de Bachillerato en la azotea del piso de Belén. Ella quería estudiar Derecho; mientras, José quería dedicarse a la ingeniería. Los chicos, cogieron el ascensor en el octavo piso del inmueble en el que residía la menor. A las 16.45 horas la pared trasera del ascensor en el que iban apoyados se vino abajo y les hizo caer al vacío.
Carta íntegra
«Querido hijo José, ya 21 meses en el cielo. Buf. Y parece que fue ayer. Gracias por tu vida, José. Nos enseñaste tanto en tu breve e intenso paso por esta tierra. Nos enseñaste a ser padres, a recibir y disfrutar con alegría a nuestro hijo mayor.
Aprendimos a cuidar a un bebé, a educar a un niño y a gestionar a un adolescente. Aprendimos el milagro de dar vida y disfrutamos profundamente de ti estos 17 años que pudimos acompañarte. Has sido un lujo. Verte crecer y disfrutar tanto, es un regalo que saboreamos aún con frecuencia repasando tus fotos y recordando tantos momentos.
Y ahora, nos sigues enseñando cada día. Otras lecciones muy diferentes. A veces con mucho dolor pero siempre con mucha certeza. Nos enseñas que esta vida tiene fin. Nos enseñas que el sentido de nuestra existencia solo se entiende mirando al cielo. Nos enseñas que lo esencial, que lo importante, no se puede ver pero existe.
Nos enseñas a tener una mirada sabia que nos permite distinguir lo importante de lo accesorio. Nos enseñas tanto, querido José. Y no dejes nunca de hacerlo porque no queremos olvidarnos ni un minuto de todo lo que hemos descubierto al separarnos físicamente de ti. Cada día nos levantamos mirando al cielo porque sabemos que tú, con Belén, desde allí nos miras, nos cuidas y nos esperas. Con todo nuestro cariño. Querido José».
Mensaje del LIBRO DE LA VERDAD de Nuestro Señor:
Viernes 24 de febrero del 2012
Mi amadísima hija, nunca debes olvidar que, a pesar de Mis severas advertencias a la Humanidad, tengo un amor muy especial en Mi corazón por todos Mis hijos.
Es necesario purificar la Tierra ahora, porque si Yo regresara ahora, no sería apropiada para que Yo camine sobre ella.
Cuando la Humanidad haya sido purificada, solo aquellos con amor por Mí y por Mi Padre Eterno, permanecerán.
Mi generación elegida estará Conmigo por la eternidad. Este Paraíso ofrecerá 1,000 años de paz, amor y armonía.
Después de este período, la Segunda Resurrección de los muertos se llevará a cabo.
Solo entonces, puede la vida eterna ser ofrecida a todas las almas, con la Luz de Dios brillando a través de ellos.
¿Por qué dudas hija Mía, no sabes que estas profecías han sido predichas?
Que ningún hombre malentienda. A ustedes, hijos de esta generación, les será dado el don de vivir en el Paraíso, incluso más bello que el que fue preparado para Adán y Eva.
La edad no existirá, ya que el hombre vivirá en paz con las familias por generaciones.
Tanto amor y disfrute será un hecho cotidiano. Finalmente, se les concederá la verdadera y duradera paz en sus almas.
¿Por qué esto no sería posible? Esta es la Tierra que fue planeada por Mi Padre, cuya Divina Voluntad, finalmente, se realizará en la Tierra como en el Cielo.
Regocíjense todos ustedes. El Nuevo Paraíso debe ser bienvenido con emoción y anticipación.
No habrá muerte, ni enfermedad, ni pecado. Les será dado el don de la eterna felicidad.
Recen por aquellos que, por el pecado y la desobediencia, deberán renunciar a cualquier reclamo de su legítima herencia, que fue planeada por Mi Padre Eterno desde el principio del tiempo.
Vuestro Amado Jesús
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Quienes hemos tenido la desgracia de perder un hijo, y tenemos el Privilegio de tener Fe, pensamos lo mismo.
Muchas veces no nos damos cuenta de que la vida es finita, y que hay un principio y un final, que debemos aceptar con entereza y dignidad.
¡Gracias, Juanjo, por habernos hecho ser unos buenos padres, o por lo menos por intentar hacerlo lo mejor posible, durante los 24 años de tu vida!
DAMOS GRACIAS A DIOS POR ESE DON DE LA VIDA.