
Doy gracias a Dios que España fuera una abanderada, ya en el año 301, de celebrar un concilio como el de Elvira, en las cercanías de Granada, donde acudieron los obispos de las diócesis existentes por aquellos remotos años. Tenemos la lista de ellos y las actas del mismo concilio. Por cierto, el celibato sacerdotal era norma en aquella reunión.
Doy gracias a Dios que España tuviera un obispo, Osio, de Córdoba, quien presidió el concilio de Nicea, el primero de los ecuménicos, donde quedó marcado el Credo de nuestra fe católica.
Doy gracias a Dios que España fuera una pionera en alcanzar la victoria sobre el arrianismo, acarreando la unidad católica en la persona del rey Recaredo, dentro de la importancia que tuvieron los sucesivos concilios de Toledo.
Doy gracias a Dios que España posea la figura de San Isidoro, arzobispo de Sevilla, gracias al cual conocemos toda la cultura antigua por su obra las Etimologías.
Doy gracias a Dios que España comenzara la obra de la Reconquista a los moros, desde las tierras asturianas, bajo el patrocinio de la Virgen de Covadonga, con la espada de don Pelayo.
Doy gracias a Dios que España sea la tierra, en Galicia, donde fue enterrado el apóstol Santiago, creando el famoso Camino que trajo el arte y la cultura de toda Europa, de la cual formamos parte y nos sentimos orgullosos.
Doy gracias a Dios que España abriera sus primeras universidades en Palencia, Salamanca, Alcalá de Henares…donde la Iglesia Católica enseñó la cultura y todo el saber contenido en el Tribium y el Cuadribium.
Doy gracias a Dios que España consiguiera echar a los moros de la península, creara la unidad religiosa y geográfica de los hombres y las tierras, bajo la corona de los Reyes Católicos.
Doy gracias a Dios que España abriera los mares a un Nuevo Mundo a donde llevó la lengua, la cultura y la Religión Católica a más de veinte países, que hoy hablan en castellano y honran a Dios y la Virgen Santísima lo mismo que nosotros.
Doy gracias a Dios que España diera la espalda a la reforma protestante organizada por Lutero y luchara con las armas y con la sabiduría para descubrir las herejías que fueron condenadas en el Concilio de Trento donde brillaron teólogos españoles de primera línea.
Doy gracias a Dios que España rinda veneración a una larga lista de santos, escritores, místicos y reformadores de las órdenes religiosas que trajeron largas familias de monjes y monjas a la Iglesia Universal.
Doy gracias a Dios que España mantuviera el Tribunal de la Santa Inquisición para los fines que fue creado y que los cumplió, con sus errores humanos lógicos, hasta que fue suprimido.
Doy gracias a Dios que España llegara a ser la madre de muchos hijos misioneros en todo el mundo conocido, siguiendo el mensaje de Cristo de llevar el evangelio hasta el último rincón de la tierra.
Doy gracias a Dios que España creara una imaginería religiosa singular, tanto en pintura como escultura, que ha servido para la celebración de la Semana Santa hasta nuestros días.
Doy gracias a Dios que España contemplara un Siglo de Oro de la literatura en lengua castellana, que es la envidia de todos los países europeos.
Doy gracias a Dios que España tenga un riquísimo patrimonio artístico y arquitectónico gracias a la misión de arquitectos y mecenas del arte sagrado.
Doy gracias a Dios que España haya dado a luz a pastores de la Iglesia Católica que la han conducido siempre por el camino de la unidad y de la comunión con la Sede de San Pedro en Roma.
Doy gracias a Dios que España viera derramar la sangre de tantos mártires en diferentes momentos revolucionarios o bélicos, y que hoy gozan de la corona de la santidad elevados a los altares por la Iglesia Católica.
Doy gracias a Dios que España tenga la historia que ha vivido, de la que me siento orgulloso como heredero y protagonista en estos momentos.
Doy gracias a Dios que España, en mi pueblo, en mi gente, el Señor se acordara de mí llamándome a servirle en el ministerio sacerdotal dentro de la Iglesia Católica.
Doy gracias a Dios que España sea Católica y Romana, porque es lo que ha sido y es.
Doy gracias a Dios que España sea mi cuna y mi patria, en cuya tierra quiero morar hasta el último suspiro vital, y ser enterrado en la fe católica de mis antepasados dentro de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana.
Tomás de la Torre Lendínez
?? ORACIÓN POR ESPAÑA
Señor Jesús, en esta hora de profunda confusión y de gran preocupación por nuestra nación, queremos darte gracias por la predilección que nos has mostrado desde que nos llamaste a la fe en los comienzos de la predicación cristiana. Tu Apóstol Santiago trajo hasta nosotros la luz de la verdad y el fuego de tu amor. Desde entonces, tu luz y tu fuego han acompañado nuestra andadura por los intrincados caminos de la Historia.
Ha sido enorme la misión que has confiado a España durante estos dos mil años:
Ser testigo de la fe hasta el martirio en los tiempos de la persecución romana. Defender la fe durante 800 años de dominación musulmana, con el testimonio también de numerosos de mártires. Hacer llegar esa luz de la fe a un continente entero que no te conocía y que hoy en su mayoría te reza en español, en la aventura misionera más grande de todos los tiempos. Hacerla brillar hasta el Oriente lejano, en Filipinas o en China, desde el siglo XVI. Purificarla, reformarla y elevarla a las cumbres de la vida mística con santos tan grandes como Santo Domingo de Guzmán, Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier o San Francisco de Borja. Defenderla de las desviaciones heréticas, siendo luz de tu Iglesia en el Concilio de Trento y disponiendo todos los recursos para recuperar la unidad de la fe en los países alcanzados por la herejía. Defender de nuevo la fe cuando se nos quiso imponer una concepción de la vida sin Dios, emanada de una terrible revolución que expulsó sangrientamente a Dios de Francia y que quiso privarnos de nuestra soberanía para asimilarnos a su modo de vida sin Dios. Volver a testimoniar y a defender la fe ante la agresión que sufrió España en la persecución más intensa que ha padecido tu Iglesia en toda su historia, durante la revolución marxista en los años treinta del siglo XX. Nuestros miles de mártires nos recuerdan esa epopeya de amor y de sacrificio, y su sangre intercede por nosotros.
Queremos darte gracias por esta historia de bendición y de predilección y por habernos permitido servir a tu Reino.
Pero también queremos pedirte perdón porque:
– no todas las páginas de nuestra historia han sido luminosas,
– no siempre hemos sido fieles a tu predilección,
– nos hemos olvidado de ti, no te hemos adorado y hemos vivido como si no existieras, y hemos sido lentos para corresponderte,
– hemos buscado nuestro propio interés,
– hemos adorado los ídolos del placer, del tener y del poder, que nos ofrece este mundo,
– no hemos sabido amarnos en nuestras familias, hoy muchas de ellas sufren profundas divisiones y hemos llamado familia a lo que no era,
– no hemos sabido respetar ni acoger el don de la vida, la sangre del casi un millón de hijos de Dios inocentes a los que les hemos negado el derecho de nacer está reclamando justicia ante el tribunal de Dios,
– el sufrimiento de los pobres y de tantas miles de familias que viven en el umbral de la pobreza o llegan con dificultad a fin de mes está clamado al Cielo,
– lo mismo que la corrupción moral que se extiende en toda la sociedad empezando por los que deberían ser ejemplo por la función de servidores públicos que desempeñan;
– lo que Tú aborreces lo hemos considerado no grave, no hemos respetado y hecho respetar tus mandamientos.
¡Te pedimos perdón!
¡Alcánzanos, Señor, la gracia de la conversión, de cambiar la dirección de nuestros pasos, desandar el camino recorrido y de volver a Ti!
Señor Jesús, en esta hora difícil para nuestra nación, de corrupción moral, de convulsión política, de incertidumbre y de preocupación, volvemos nuestra mirada hacia Ti.
Tú eres nuestra única esperanza.
Confiamos en Ti.
Tú estás con nosotros.
En tus sacramentos y en la oración nos concedes la fuerza y la paz que necesitamos de Ti.
Danos valentía para ser tus testigos, paciencia y fortaleza en los sufrimientos que tengamos que afrontar, y un amor hasta el sacrificio por todos, también por aquellos que se consideren nuestros enemigos sin que nosotros los tengamos como tales.
Creemos que así, venciendo el mal con el bien, el odio con el amor, la venganza con el perdón, vendrá a nosotros el esperado Reino de tu Corazón, cumplimiento de esa Gran Promesa que, a principios del siglo XVIII, nos hiciste en Valladolid por medio de tu siervo fiel el beato Bernardo de Hoyos: Reinaré en España con especial predilección.
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.
Sagrado Corazón de Jesús, concédenos ver el cumplimiento de tu Gran Promesa.
Madre Inmaculada, Patrona de España, ruega por nosotros.
Santiago Apóstol, protege a tu nación.
Santos y mártires de España, rogad por vuestra nación.
Cruzada de Oración No. 87
Oración para proteger a nuestra nación del demonio
“Oh Padre, por intercesión de Tu Hijo, sálvanos del comunismo.
Sálvanos de la dictadura.
Protege nuestra nación contra el paganismo.
Salva a nuestros hijos del mal.
Ayúdanos a ver la Luz de Dios.
Abre nuestros corazones a las Enseñanzas de Tu Hijo.
Ayuda a todas las Iglesias a permanecer fieles a la Palabra de Dios.
Te suplicamos que mantengas a nuestras naciones a salvo de la persecución.
Amado Señor, míranos con Misericordia, no importa cómo te ofendamos.
Jesús, Hijo del Hombre, cúbrenos con Tu Preciosa Sangre.
Sálvanos de las ataduras del demonio.
Te imploramos querido Dios, que intervengas e impidas que el demonio devore al mundo en este tiempo. Amén.”
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