
Pepe Rodríguez, el cocinero con dos estrellas Michelín y estrella mediática en Masterchef habló publicamente de su devoción por la Eucaristía .
En una entrevista con José Antonio Méndez para la revista Misión, Pepe Rodríguez explica el papel que juega en su día a día la fe y cómo unos Cursillos de Cristiandad le cambiaron la vida.
Casado y padre de tres hijos, Rodríguez dirige El Bohío, restaurante que fundó su abuela y del que su madre era la cocinera. Tras abandonar los estudios se centró en la cocina hasta convertirse en uno de los chefs más reconocidos del país.
Sobre su fe, Pepe afirma que “siempre he sido un cristiano de misa y vermú, pero un Cursillo es algo muy potente. En esos tres días me di cuenta de lo que significa ser cristiano y de quién es Dios”.
Preguntado precisamente sobre quién es Dios para él, el dueño de El Bohío afirma convencido que “es la fuerza, el motor de todo. El que te hace estar en lo bueno, en lo malo y en lo regular. No sé si a veces me quedo demasiado detrás y no explico que soy cristiano, pero que no me veo dando explicaciones, sino demostrándolo en lo que hago”.
En su pueblo, la localidad toledaña de Illescas, nadie se sorprende de verle en misa aunque sí genera sorpresa cuando está de viaje. “Llevo toda la vida yendo a misa -agrega-, y me reconozco dentro de la Iglesia”.
Y por ello, la Eucaristía es algo más que un complemento en su vida. Pepe Rodríguez asegura que “comulgar es lo que más me alimenta”.
“El alimento espiritual no tiene comparación”
“A veces hay gente que, después de comer, me dice: ‘Me has emocionado, casi levito’. Y yo pienso: ‘Este es tonto’. A mí me encanta comer y lo he hecho en los mejores restaurantes, pero nunca me he emocionado al comer. Y al comulgar, sí. El alimento espiritual no tiene comparación”, explica el jurado de ‘Masterchef’.