
Tradicionalmente se celebraba con mucho entusiasmo el día de San José, gran solemnidad de la Iglesia como día del padre. Tampoco se celebra apenas el día de San Valentín, eclipsados por el día del orgullo gay y el del feminismo.
Para empezar los politicastros españoles aniquilaron esta magna solemnidad como día festivo en la mayoría de los lugares de España, una vergüenza sin que encontrase resistencia en el pueblo católico.
Siendo día laborable muchos obispos han eximido de la asistencia obligatoria a Misa en lo que tradicionalmente fue una fiesta de guardar como un templo.
Pero lo que es bochornoso es que hoy 19 de marzo nadie se acuerda de San José y casi no hay nadie que quiera celebrar el día del padre sin complejos. Ni una palabra en las televisiones de este gran día, esas televisiones que nos bombardearon el 8 M con el aquelarre feminista, no han dicho ni una sola palabra.
El día del padre ya no existe prácticamente, ha quedado difuminado y ninguneado por el feminismo políticamente que todo lo invade.
Reivindiquemos el día del padre, la paternidad, que al igual que la maternidad han sido siempre conceptos muy valorados en la cristiandad. Reivindiquemos la figura de San José, aquel hombre justo y humilde, que no brilla aparentemente y es merecedor de ser esposo de María Santísima y padre del mismo Dios.
Digamos de manera potente y con orgullo: !Viva San José y Viva el día del Padre! No nos dejemos avasallar por la ideología dominante y el pensamiento único que castra la verdadera libertad de los hijos de Dios.
? Acto de Consagración al Corazón de San José ?
Con la libertad que Nuestro Amado Padre me ha dado como signo de amor:
Oh Glorioso Patriarca San José, heme aquí, postrado de rodillas ante tu presencia, para pedirte tu protección.
Desde ahora te elijo como mi padre, protector y guía. Bajo tu amparo pongo mi cuerpo y mi alma, propiedad, vida y salud. Acéptame como tu hijo. Presérvame de todos los peligros, asechanzas y lazos del enemigo. Asísteme en todo momento y ante todo en la hora de mi muerte.
San José me consagro a tu Paternal Protección para que me mantengas en resguardo discreto y seguro en todo tiempo. No permitas, Amado San José, que me pierda muriendo sin los ritos sacerdotales y sin tu amable y amante presencia al lado mío. Me confío a ti que eres custodio y protector de los sagrados corazones de Jesús y de María. Me confío a ti que fuiste el primero en consagrarte en cuerpo y alma a los Sagrados Corazones que Dios Padre puso bajo tu cuidado.
¡San José, jefe de la Sagrada Familia, ayúdame a alcanzar la Gloria Celestial!
Amén. ???