
Abril de 1949 fue un hito en la historia de la Iglesia. Era la primera que un Papa pronunciaba el mensaje Pascual ante una cámara de televisión. Se trataba de Pío XII ante la televisión francesa.
El Pontífice iniciaba así su mensaje: «¡Este es el día que el Señor ha hecho, regocijémonos con alegría!».
Posteriormente recalcó que la Pascua es un momento para que los católicos intercambien, desde la fe y la esperanza, votos y felicitaciones pascuales.
Después afirmó: «¡Qué satisfacción para nuestro corazón paternal poder intercambiarlos con ustedes, queridos hijos e hijas de toda la tierra, en la intimidad de una comunicación, que no se nos había dado para disfrutar antes!».
Concluyendo el mensaje, Pío XII se refirió, en palabras proféticas, a los alcances que puede tener la televisión para llevar la Buena Nueva:
«Se ha dicho al mundo que la religión está en declive, pero con esta maravilla el mundo verá los grandes triunfos de la Eucaristía y de María; se ha dicho que el Papado está muerto o moribundo, y verán a las multitudes saliendo de todos los lados de la inmensa Plaza de San Pedro para recibir la bendición del Papa y escuchar su palabra; se ha dicho que la Iglesia ya no cuenta, y la verá, perseguida o gloriosa, pero en todas partes viva; se ha dicho que encontrará ayuda, bondad y devoción solo a través de una filantropía que ni la fe ni la caridad divina inspiran y animan, y verá a los discípulos de Cristo dedicar sus vidas, hasta la muerte, al servicio de los enfermos, ancianos, prisioneros, leprosos, en todos los climas, donde el cuerpo sufre, donde el corazón gime, donde el alma está en peligro».