
No es la primera vez que una iglesia católica se desacraliza para otros usos que nada tienen que ver con el religiosos, pero lamentablemente estas noticias son siempre dolorosas y muy significativas pues reflejan una fe en claro retroceso y decadencia.
La última víctima ha sido la iglesia de Cristo Rey de Bilbao, España, que será vendida por el obispado bilbaino a un grupo de empresarios chinos para que estos monten el típico bazar y comercio, que cada vez abunda más en nuestras ciudades con el consiguiente perjuicio al comercio nacional.
El separatismo proetarra, que asola desde hace años la región vascongada, ha propiciado que las iglesias de la región estén cada más vacías. En el caso concreto de la iglesia de Cristo Rey además estaba agobiada por múltiples deudas y la situación se hacía insostenible, tanto es así que el arzobispado de Bilbao ha decidido venderla al primer postor para sanear su economía.
Los trabajadores han ido quitando uno a los mosaicos del interior del templo, como se puede ver en la imagen y los han guardado a la espera de mejor vida.
El mal que hace el separatismo vasco es muy grande. Esperemos que este hecho no siente un precedente y se desacralicen más iglesias en España.