
COMPARTIMOS UN RECIENTE TESTIMONIO DE CONCHITA GONZÁLEZ, VIDENTE DE GARABANDAL:
CON SU DEBIDO PERMISO, PODEMOS PUBLICARLO.
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Te estoy mandando esta carta que escribí hace unos días, por si a algún enfermo le puede ayudar.
TODO LO QUE VIENE DE DIOS ES BUENO PARA NOSOTROS.
Hasta la enfermedad es un regalo de Dios en nuestra vida. Yo tuve y tengo la experiencia de que la enfermedad y la curación son igual, un regalo misterioso de Dios.
Hace más de cinco años, jugando en el mar con una de mis nietas, el sol me quemo la cara. Cuando se me cayó la piel quemada, apareció una peca oscura. Senti que era un melanoma, cancer. Por todos estos años, lo pintaba para que nadie hiciera comentarios.
Dia a día y año tras año, al ver como seguía creciendo la peca, aumentaba la seguridad y el miedo de que era cancer. Pero sentía que se me estaba limpiando mi alma de todo lo que me estorbaba para ser feliz con la verdadera felicidad, que es vivir enfocada en ir al cielo.
Hasta hace tres semanas, la peca siguió creciendo y se formó un tumor debajo de la peca, difícil de pintarlo. Decidi ponerle una tirita para que nadie me dijera y le pedía a Dios por mi salud, que me quitara la peca, pero dentro de mi sentía que era lo que necesitaba, para mi bien.
Mi hija enfermera, viendo como había crecido, hizo una consulta con el doctor. Esa misma tarde cambie de tirita más pequeña porque iba a un partido de baloncesto de mis nietos. Al quitarme la tirita, la peca con el tumor se abrió como si alguien la hubiera cortado a lo redondo perfectamente y salió un poco de sangre. Se lo enseñe a mi hija y le dije “cancela la consulta con el doctor” porque en ese momento supe que estaba curada. Me puse la tirita y me fui al juego. Al otro día, al despertarme, se me había caído la tirita y mi cara sin señal del tumor.
Le di gracias a Dios, sentí en mi alma que me decía: Dame gracias también por la Cruz. Entendí que los años con el miedo al sufrimiento del cáncer era igualmente bueno y milagroso como la curación.
Deseo escribir esta experiencia por si alguien lo lee y está enfermo, que crea que es lo mejor para él. Aunque no lo quieras aceptar, un día sentirás la necesidad de darle un Abrazo a Dios, en agradecimiento.
Conchita.
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A.M.G.D y la B.V.M
Pueblo de María