
Cada día se van aprobando leyes que vulneran las libertades religiosas más elementales y especialmente la religión católica, la única verdadera, es la más perjudicada, pues según sus principios el condenado arrepentido puede redimir sus pecados con una buena confesión y es muy conveniente además el aliento del sacerdote en ese momento tan crucial.
El estado estadounidenses de Texas ha determinado que los condenados a muerte por inyección letal solo estén acompañados por el personal de seguridad sin que haya en la sala ninguna otra persona. Tradicionalmente los sacerdotes católicos solían estar presentes alentando al moribundo en tan doloroso trance.
Te pido la conversión de los que, como yo, son pecadores, quiero unirme, junto al Padre Pío, a tu deseo de salvación universal, solidarizándome con mis hermanos y emprendiendo con ellos un camino de sincera conversión.
Dame la gracia de cumplir tus mandamientos alimentando al hambriento, dando de beber al sediento, vistiendo al desnudo, alojando al forastero, visitando al enfermo y al encarcelado, descubriéndote y respetándote en la obra de tus manos. Cambia mi forma de pensar y de sentir, porque muchas veces no parezco hijo tuyo.
Permíteme disfrutar al final de los tiempos del banquete que tienes preparado no sólo para los que te conocen y sirven, sino también para aquellos que no han tenido esa gracia y que, a pesar de no saberlo, también son hijos tuyos. Amén.