Ledger Nano X - The secure hardware wallet

Fernando Baena nos habla de su novela Salir desde el fondo

Fernando Baena tuvo un accidente que le dejó paralítico cambiándole la vida para siempre. Ha plasmado su experiencia en una novela (80 % autobiográfica) realmente conmovedora que da un mensaje de esperanza en medio del dolor y testimonia el poder de la fe para superar cualquier dificultad. Un libro que, sin duda, puede ayudar a muchas personas que sufren y no encuentran sentido a su vida.

-¿Cuál es el fondo?…y salir de él, ¿hacia donde?

El fondo es el infierno, el horror, el caos, el pecado, la desesperanza de que nada puede cambiar y que el sufrimiento no tiene sentido, porque no existe la resurrección. Salir del fondo es la vida nueva, la esperanza, poder amar y ser amado. Decía Dostoievsky que el infierno es no poder amar, pues el cielo es lo contrario.

¿Por qué escribió el libro?

Lo has respondido en la siguiente pregunta, por necesidad de contar mi experiencia. ¿Y cuál es la experiencia? Que Dios existe, que Jesucristo ha venido al mundo para que conozcamos el amor que vence la muerte, y que Jesucristo tiene poder para vencer cualquier muerte que tengamos en nuestra vida y cuando me refiero cualquier muerte, me refiero a cualquier acontecimiento que te destruye, desde no tener trabajo, a estar solo, o a lo que quieras imaginar, en mi caso, la no aceptación de haber tenido un accidente que me había dejado paralítico cambiándome la vida para siempre.

Sentía una necesidad de contar la experiencia.

Me remito a la respuesta anterior.

¿Qué hay de autobiográfico y qué de ficción?

80% autobiográfico y 20% ficción. La historia está escrita en forma de novela porque hay cosas que de otra manera sería muy difícil de expresar en toda su dimensión, y cuando hablo de cosas también me refiero a sentimientos, como por ejemplo la imposibilidad de salir de una relación con una dependencia afectiva que sabes que te está destruyendo, cuando estás en una situación de debilidad extrema –en este caso por la imposibilidad de aceptar la parálisis- que te impide ser libre.

¿Cómo fue su proceso de aceptación de la nueva realidad?

Muy duro, y de bastante tiempo, años. Lo intente todo para sentirme bien, psicólogos, psiquiatras, medicación, drogas, meditación, todo, y cuando ya no había nada a que recurrir, y me dí cuenta de que no podía hacer nada, en un instante que no sé lo que paso, fue como si me rindiese, y le dijera a Dios que dejaba de ser yo el que mandaba, el que decía lo que estaba bien y lo que estaba mal, pero que me ayudase, ¡si existes, ayúdame!, era como una voz en mi interior que salía de mí mismo, de partes que ni conocía, y así fue.

¿En qué medida la fe le hace dar un salto de calidad en esa aceptación?

Sin fe no hay aceptación. La aceptación la da la fe, en mi caso.

¿Qué mensaje quiere dar con este libro?

Que la vida tiene sentido, aunque a veces no podamos entender las cosas que nos pasan en un momento determinado de nuestra historia, por eso cuando aparece la esperanza lo cambia todo, porque crea las ganas de querer vivir. Y a su vez hace vivir en esperanza, sabiendo que todas las cosas que a lo mejor no entendemos hoy, un día se nos descubrirán como un velo que se descorre tras el cual hay un paisaje maravilloso. El futuro puede cambiar, es mentira lo del destino, la predestinación etc. Lo que pasa es que proyectamos el pensamiento de lo que nos pasa en el presente en el futuro y deducimos como será el futuro, y eso es otra mentira, por eso esta novela, en este sentido tiene un poco de ajuste de cuentas con el pasado, cuando el pasado era presente y te decía que nada podía cambiar. Las virtudes teologales –creo que son las teologales- son un motor, la primera la fe, la fe lo cambia todo.

Segundo la esperanza que cambia la actitud y tercero el amor, que es la obra de las otras dos, y su plasmación en la vida. Dios es amor y no puede dejar de amarnos porque su naturaleza es esa, aunque seas un golfo, aunque seas un sinvergüenza, aunque seas un criminal, aunque seas lo que seas. San Pablo dice que Dios envío a su hijo en una carne similar a la nuestra, similar a la del pecado para dar la vida por nosotros, para que nosotros viviéramos, ¡no lo envío cuando ya éramos buenos, no cuando éramos santos, sino cuando éramos pecadores. Aquí está la naturaleza de Dios, lo que pasa es que nos ha hecho libres, y tu y yo podemos decir, ¡ah sí, me das tu amor! Pues no lo quiero, no quiero saber nada de ti, y esa es justamente la prueba de que Dios existe y de que todo es un diseño maravilloso del que somos parte: nuestra libertad. La novela quiere dar el mensaje de que Dios quiere a los pecadores, de cómo el pecado te hunde en la miseria, y de como Dios si te vuelves a Él puede sacarte de ahí.

Javier Navascués Pérez