
En estos tiempos en los que abunda el pecado y las ocasiones de pecado es fundamental consagrarse a San Miguel Arcángel y si es posible, además del Escapulario de la Virgen, llevar una medalla de él.
Cada vez abundan más los casos de posesiones diabólicas, pero lo que es más frecuente es la cantidad de pecados mortales que se comenten con una facilidad pasmosa en determinados ambientes como playas, discotecas y hoy en día en la calle y en cualquier lugar. Si queremos seguir aspirando a la santidad y mantenernos en gracia además de la devoción a la Eucaristía y a María Santísima es necesario consagrarse a San Miguel.
Puedo dar fe de que lo he hecho y es un gran remedio para vencer las tentaciones y permanecer en gracia de Dios. Les ofrecemos una oración breve y sencilla de consagración, que tiene mucha fuerza si se hace con fe.
CONSAGRACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL
¡Oh, gran príncipe de los cielos, fiel defensor de la Iglesia, San Miguel Arcángel, yo, aunque indigno de comparecer ante ti, pero confiando en tu bondad propia y especial, vengo ante ti, en compañía de mi ángel de la guarda y en presencia de todos los ángeles del cielo por testigo de que yo tomo mi devoción hacia ti, te elijo hoy como mi protector y abogado particular y tengo la intención de honrarla firmemente como pueda.
Asísteme a lo largo de mi vida para nunca ofender a Dios ni de palabra ni de palabra ni en los pensamientos. Defiende contra todas las tentaciones del diablo, especialmente en relación con la fe y la pureza, y en la hora de la muerte de inculcar la paz a mi alma e introducirla la patria eterna.