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Normalmente los testimonios católicos son los que edifican, conversiones, cambios de vida a mejor, aunque el caso que vamos a contar a continuación es un antitestimonio, que nos hace reflexionar en lo frágil que es la condición humana y lo triste que es dejar una vida de virtud y de santidad para entregarse al mundo y al pecado, en una profesión que escandaliza y fomenta la inmundicia en internet.

Pedimos oraciones por esta ex monja para que vuelva a la senda del bien, pues al parecer el caso es verídico como sale reflejado en el diario de Caracas.

Yudy Pineda es una joven colombiana que ha generado escándalo por abandonar su convento de clausura en el que llevaba 10 años para desempeñarse como modelo de web cam.

La joven tras estar muy contenta en la vida contemplativa, cayó en la tentación de enamorarse de un hombre como ella misma cuenta:

“Empecé a tratar a un joven que impartía clases para la primera comunión y  me enamoré de él. Entonces decidí no estar más en la vocación. Tras hablar con la superiora le dije que me había enamorado de un chico y que no podía seguir siendo religiosa y me salí del convento”.

A partir de ese momento tuvo varios trabajos hasta que una conocida le ofreció ser modelo webcam. La ex monja confesó que lo bien que se paga este trabajo es lo que le acabó convenciendo sin tener en cuenta la moralidad del trabajo.

A pesar de la inmoralidad de su nuevo oficio todavía sigue asistiendo a la iglesia y trata de confesarse, aunque para que la absolución sea válida tiene que tener el firme propósito de dejar ese oficio inmoral y degradante. Por mucho que le diese la absolución el sacerdote no sería válida y sería un grave sacrilegio.