
Una ex modelo profesional de la prestigiosa marca Victoria’s Secret, Nicole Weider, que abandonó su carrera lucrativa para poder seguir a Jesús. ahora trata de aconsejar a otras chicas para que no usen su belleza de manera inmoral.
Nicole, cayó en la cuenta de que solo la apreciaban por su atractivo físico, no por nada más. Cayó en la cuenta de que eso no le llenaba y buscó una respuesta espiritual y trascendente a su vida y así pudo recuperar su fe de la infancia. Se dio cuenta de que para agradar a Dios debía dejar la profesión de modelo. Y aunque le costó hacerlo se armó de valor para hacerlo. Y hoy en día recomienda a las mujeres, especialmente si quieren seguir a Cristo, que no entren en esa profesión. Es un mundo seductor, donde se gana mucho dinero, pero siempre es perjuicio del alma.
Ella conoce por experiencia que es muy fácil pecar en este tipo de ambientes y si se quiere ser verdadera seguidora de Cristo es una profesión totalmente incompatible, pues no se puede servir a dos señores.
Para finalizar nos acaba dando consejos para hacer frente al ambiente hostil del mundo. Lo importante es la vida de oración y sacramental, la lectura de la Biblia y sólo así se puede obrar correctamente.
Nos recuerda el Catecismo que la oración es un don de la gracia y una respuesta decidida por nuestra parte. Supone siempre un esfuerzo. Los grandes orantes de la Antigua Alianza antes de Cristo, así como la Madre de Dios y los santos con Él nos enseñan que la oración es un combate. ¿Contra quién? Contra nosotros mismos y contra las astucias del Tentador que hace todo lo posible por separar al hombre de la oración, de la unión con su Dios.
Se ora como se vive, porque se vive como se ora. El que no quiere actuar habitualmente según el Espíritu de Cristo, tampoco podrá orar habitualmente en su Nombre. El “combate espiritual” de la vida nueva del cristiano es inseparable del combate de la oración.