
La Iglesia católica de Cuba informó el viernes que el cardenal Jaime Lucas Ortega y Alamino, quien llevó su labor pastoral en medio de las dificultades que el proceso revolucionario cubano impuso a las prácticas religiosas y fue parte de un histórico acercamiento con Estados Unidos, falleció este viernes a los 82 años.
Es un gran desafío para la iglesia (cubana) quedarse ahora sin el liderazgo de Jaime, que desempeñó un papel muy importante en la renovación de la iglesia cubana, pero yo diria también en la sociedad cubana, dijo a The Associated Press Enrique Lopez, profesor de Historia de las Religiones en la Universidad de La Habana.
El exarzobispo Ortega fue el intermediario que posibilitó los diálogos entre La Habana y Washington y el reinicio de las relaciones entre ambos países en 2014, luego de que los mandatarios Raúl Castro y Barack Obama pidieran en secreto al papa Francisco ayuda para un acercamiento.