
El Cardenal Dolan explicó que el Cardenal Simoni “era un sencillo y trabajador sacerdote en Albania cuando el Papa Pablo VI pidió que las Misas sean ofrecidas por el alma de John F. Kennedy luego de su asesinato. Él ofreció la Misa por Kennedy y lo encerraron”.
El Arzobispo de Nueva York recordó que el régimen comunista de Albania puso al P. Simoni “en un campo de trabajo, en una prisión. Sobrevivió, él dice que fue con la ayuda de Jesús y María, y luego el Papa Francisco lo hizo cardenal para reconocerle el hecho que sufrió mucho por la fe”.