
He pecado, destruyendo una vida humana, por favor perdóname
Dios, Padre de la vida, me dirijo a ti desde la humillación. Ten piedad de mí. He pecado, destruyendo una vida humana. La culpa me carcome. Me arrepiento y te pido: ¡por favor, perdóname! Yo no merezco nada, pero sé que Tú eres misericordioso. Tú puedes salvarme con tu amor. Sana las profundas heridas de mi alma, te lo ruego. Sáname, Padre. Vírgen María, mírame y atiende mis ansias de perdón. Acógeme, Madre, transfórmame, ruega por mí, por la persona a la que rechacé y por todos aquellos a los que he hecho daño. Enséñame a amar. Señor Jesús, cúbreme con tu sangre, purifícame, libérame. Llena de vida este vacío donde sólo veo muerte. Repara todo el mal que he causado en tantas personas, aleja el egoísmo, envía tu paz.
Amén.
Aunque no se dice la mayoría de madres que abortan lo pasan fatal en una experiencia muy traumática que se llama síndrome post aborto. El sentimiento de culpa es terrible y solo desde la fe se puede sanar esa profunda herida, sintiéndote perdonada por Dios. Por ellos les animamos a mandar esta oración a aquellas personas que han tenido un aborto y lo están pasando más. Es muy eficaz para sanar las heridas y no volver a cometete este horrible crimen a hacer nunca.