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Meditemos en cómo se vestía antiguamente y cómo se viste ahora. Eran otros tiempos me dirán. ¿Pero de verdad creen que los tiempos de ahora son mejores? Con una visión puramente horizontal y naturalista veremos que la gente se ha liberado, viste como quiere, hace lo que quiere, vive de manera desenfadada, ya ni se plantea si existe el pecado, el pudor es algo anticuado y la pureza pasada de moda.

Pero si pensamos rectamente, conforme Dios manda, de manera sobrenatural, valoraremos en su justa medida la santa pureza y el pudor. La Virgen dijo en Fátima que hay modas que ofenden mucho a nuestro Señor y la mayoría de almas se condenan por pecados de impureza.

El tesoro de la santa pureza

La pureza exige el pudor. Este es una parte integrante de la templanza. El pudor preserva la intimidad de la persona. Designa la negativa a mostrar lo que debe permanecer oculto. Está ordenado a la castidad, cuya delicadeza proclama. Ordena las miradas y los gestos según la dignidad de las personas y de su unión.

El pudor protege el misterio de las personas y de su amor. Invita a la paciencia y a la moderación en la relación amorosa; exige que se cumplan las condiciones del don y del compromiso definitivo del hombre y de la mujer entre sí. El pudor es modestia, inspira la elección del vestido. Mantiene el silencio o la reserva donde se adivina el riesgo de una curiosidad malsana; se convierte en discreción.

Existe un pudor de los sentimientos como también un pudor del cuerpo. Este pudor rechaza, por ejemplo, los exhibicionismos del cuerpo humano propios de cierta publicidad o las incitaciones de algunos medios de comunicación a hacer pública toda confidencia íntima. El pudor inspira una manera de vivir que permite resistir a las solicitaciones de la moda y a la presión de las ideologías dominantes.

2 Comentarios

  1. Por supuesto que se ha perdido.
    Es más, me atrevería a decir que en muchas chicas, ni siquiera exista.
    Cuando veo las «pintas» de muchas mujeres por nuestras calles pienso que si fueran mi esposa, mis hijas o mis hermanas, no las dejaría salir de casa con ese aspecto de golfas, hablando claramente.
    Hay otro fenómeno muy curioso, y es como te sostienen la mirada, cuando las miras con admiración, porque son guapísimas, y te llaman la atención, y sostienen la mirada como si fueran unas «profesionales» en busca de posibles clientes…
    ¿Qué se ha hecho del pudor, de la educación y de las buenas costumbres…?
    ¿Dónde están?

  2. Excelente verdad sobre el pudor, que hoy en dia todos y todas aquellas personas que creemos en ello debemos testimoniar el pudor y expresar en sociedad, con prudencia y sabiduría, que es el pudor y darlo a conocer dia a dia. Ser valientes en la expresion.

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