
Francisco al ser elegido válidamente es la voluntad de Dios para la Iglesia en estos tiempos, es el legítimo sucesor de San Pedro. Ser Papa no es sinónimo de ser santo, es sinónimo de ser Vicario de Cristo.
A muchos católicos no les gusta este Papa, por sus formas y por determinadas declaraciones. En cualquier caso hay que pedir para que el Papa guíe a la Iglesia.