
Veo por la ciudad
arbolitos adornados
con bolas de colores,
estrellitas, lucecitas,
papanoeles colgados
de los balcones aquí y allá.
Y el Nacido ¿dónde está?
No lo veo, ni a Él ni a
su Papá ni a su Mamá
ni a los Reyes que del Oriente
el oro, el incienso y la mirra
en sus camellos le traen.
Veo grandes carteles
que felices fiestas nos desean.
¿De qué fiestas hablarán?
Si el Nacido no está en ellas,
serán lo que sean,
mas felices no serán.
Cristianos del mundo entero,
dejemos de hacer el canelo;
el Niño-Dios ha nacido,
celebremos su Navidad.
Andrés García-Carro