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¿A qué renunciaron los santos durante la cuaresma?

 

 

Estamos en ese momento del año en el que todos los católicos empezamos a pensar acerca de las cosas a las que vamos a renunciar durante la cuaresma. Muchos escogerán el chocolate, las redes sociales o el alcohol. Para aquellos que realmente deseamos crecer en santidad durante los cuarenta días de oración, ayuno y limosna, es beneficioso mirar a los santos en busca de inspiración.

 

He aquí  lo que algunos de los santos más queridos hicieron durante la cuaresma.

 

San Juan Pablo II: Regaló algo que realmente necesitaba.

 

Privarse de algo es no sólo dar de lo superfluo, sino también, muchas veces, incluso de lo necesario, como la viuda del Evangelio que sabía que su óbolo era ya un don recibido de Dios.” – San Juan Pablo II

 

 

 

San Francisco de Asís: Pasó tiempo solo en oración y contemplación mientras ayunaba.

 

…quedando solo San Francisco. Como no había allí habitación alguna donde guarecerse,… y en este sitio se puso a orar y a contemplar las cosas celestiales. Allí se estuvo toda la cuaresma sin comer otra cosa que la mitad de uno de aquellos panecillos,…” Fioretti di San Francesco

 

Santa Faustina: Durmió sin almohada, permaneció hambrienta, y rezó la Coronilla de la Divina Misericordia por los pecadores.

 

“pero puedo ejercitarme en cosas más pequeñas: primero, dormir sin almohada, sentirme un poco hambrienta, rezar todos los días la coronilla que me ha enseñado el Señor, con los brazos en cruz, de vez en cuando rezar con los brazos en cruz durante un tiempo indeterminado (284) y rezando una plegaria espontánea. La intención: para impetrar la Divina Misericordia por los pobres pecadores y a los sacerdotes el poder de suscitar el arrepentimiento de los corazones pecadores.” – Diario de Santa Faustina, 934

 

San Agustín: Buscó el perdón de aquellos a quienes había ofendido, perdonó a otros, y rezó por sus enemigos.

 

“A él le tenemos como testigo en nuestros corazones, para que, si hemos ofendido a alguien, pidamos perdón con corazón sincero; y, si alguien nos ofendió, estemos dispuestos a concederlo y a orar por nuestros enemigos. “ – San Agustín

 

San Benito: Agregó una hora extra de lectura sagrada cada día y terminó un libro completo.

 

“14 En los días de Cuaresma, desde la mañana hasta el fin de la hora tercera, ocúpense en sus lecturas, y luego trabajen en lo que se les mande, hasta la hora décima.

 

15 En estos días de Cuaresma, reciban todos un libro de la biblioteca que deberán leer ordenada e íntegramente. 16 Estos libros se han de distribuir al principio de Cuaresma.” – Regla de San Benito