
A muchos no les puede gustar el título de este post, pero es una tentación desgraciadamente muy frecuente y el objeto de este texto no es otro que velar por la almas de los lectores. Tengan mucho cuidado que muchos han perdido su alma por dejarse llevar por la curiosidad impúdica en internet.
Tenemos que ser radicalmente intolerantes contra la depravación sexual y la impureza en internet. Si somos católicos que buscamos la santidad tenemos que bloquear ipso facto todas esas cuentas que promueven abiertamente el pecado.
Pensemos en el ejemplo de los santos, a los que les horrorizaba la impureza y cortaban con total brusquedad con ella. Tenemos que combatir sin cuartel al mundo, al demonio y a la carne. Si somos de Cristo no podemos tener ninguna condescendencia con el pecado y huir como de la peste de las ocasiones de pecado.
También hay que tener en cuenta que normalmente son fraudes que quieren hackear cuentas o robar dinero por eso hay que tener mucho cuidado y no caer en sus redes. La curiosidad y la lujuria nos hacen perder el estado de gracia y nos pone en riesgo de perderla eternamente. Eso es lo más importante, pero también nos pueden robar nuestro dinero del banco por lo que en cualquier caso hay que huir como del diablo de estos post.