
Si alguna palabra domina hoy toda la información, también la religiosa, es ‘coronavirus’, el covid-19, que afecta ya a 30 países y muy especialmente a Italia. A efectos de contagios y enfermedades el Vaticano depende totalmente de Italia y no tiene posibilidad alguna de aislamiento de la enfermedad. Los virus no saben ni de puentes ni de muros, no respetan dignidades ni leyes humanas y se gobiernan por su propia naturaleza. ¿Qué está pasando en Italia?, ¿Qué está pasando en el Vaticano?. Es evidente que nuestra información se refiere a la Iglesia y cómo le está afectando el coronavirus.
En el norte de Italia, y sobre todo en el área metropolitana de Milán, se han suprimido los actos de culto. No es correcto afirmar que se ha suprimido la celebración de la Misa. Estamos seguros de que son muchos, prácticamente todos, los sacerdotes que siguen celebrando ‘pro populo’ aunque no puedan hacerlo ‘cum populo’. Las medidas nos pueden parecer un poco exageradas, así lo ha afirmado el arzobispo de Milán, pero el miedo es libre y se está creando una situación que lleva a la paralización de actividad humana en ámbitos muy importantes. Estos días, también en Roma, hemos visto muchas más mascarillas, menos gente en locales públicos, y los supermercados agotados. Veremos cómo evoluciona pero las cosas se están complicando por horas.