
En esos casos es muy conveniente ir a confesarse cuanto antes. Si nos da apuro en la parroquia o con un sacerdote que conocemos debemos hacerlo en otra parroquia donde no nos conozcan o a través de la rejilla. Hay iglesias que siempre suelen estar abiertas y con sacerdotes para confesar como la catedral o en determinadas parroquias.
Lo que hay que hacer es confesarse cuanto antes y no acostarse ninguna noche en pecado mortal. Si no podemos confesarnos, debemos a hacer un acto de contrición perfecto con el firme propósito de ir a confesarnos cuanto antes.
Recordamos que la masturbación es un pecado mortal grave que ofende mucho a Dios y que es un hábito vicioso que hay que tratar de cortar de raíz. Si se cae en él no hay que desesperar sino hacer una pronta confesión y poner todos los medios para no volver a caer:
Oración y frecuentación de los sacramentos
Devoción a la Virgen
Evitar las ocasiones
Estar ocupado y tener un plan de vida y un objetivo claro
Buenas lecturas, buenas compañías
Meditar en la gravedad del pecado y eternidad del infierno etc.
El vicio solitario (masturbación) consiste en abusar del propio cuerpo excitando los órganos genitales para procurarse voluntariamente el placer hasta el orgasmo. A veces, se comienza por mera curiosidad; pero si no se corrige esta inclinación se convierte en un vicio obsesivo que esclaviza a la persona y le desinteresa por todo lo demás: como le pasa al drogadicto.