
“Yo podría estar en un tacho de basura, pero a mí se me dio la vida”, afirma el sacerdote Luis Alfredo León Armijos, de Loja (Ecuador) quien a sus 41 años comparte su historia al haber nacido tras una violación cuando su madre tenía solo 13 años. El presbítero también cuenta cómo conoció y perdonó a su padre a quien llegó a confesar y que ahora lleva una vida de fe.
En diálogo telefónico con ACI Prensa el 6 de febrero, el sacerdote diocesano y párroco de la Parroquia San José en Loja, relató que su madre, María Eugenia Armijos Romero, a su corta edad cuidaba y limpiaba una casa en Loja para ayudar a sus padres y a sus siete hermanos: “el dueño de la casa aprovechando que estaba solo, abusó de ella dejándola embarazada”.
A pesar del rechazo de su familia que “no quería que nazca el bebé por lo que la golpeaban en la barriga y le dieron bebidas para que abortara”, María siempre defendió la vida de su hijo y al verse sola y sin apoyo “oró y sintió en su corazón que el Señor le decía: defiende ese niño que está en ti”, contó el P. León.