
Un estudio que se acaba de publicar en « Nature Geoscience» ha concluido que el núcleo externo podría tener una fuga de hierro, que inyectaría isótopos pesados hasta las capas superiores, en el manto. Este intercambio se produciría a unos 2.900 kilómetros de profundidad y en una zona en la que el núcleo está a una temperatura miles de grados superior a la del manto. En consecuencia, las capas más profundas del manto estarían enriquecidas en isótopos pesados de hierro.
«Si esto es correcto, nos ayudará a mejorar nuestra comprensión de la interacción entre el núcleo y el manto», ha dicho en un comunicado Charles Lesher, director del estudio y profesor de la Universidad de Aarhus, Dinamarca.
La investigación ha sido fruto de simulaciones de ordenador que reprodujeron entornos a altas presiones y temperaturas. Además, éstas han permitido deducir que los materiales enriquecidos en isótopos pesados de hierro podrían llegar a la superficie, a través de las plumas del manto, columnas de material procedentes de las profundidades y que producen puntos calientes y regiones de vulcanismo.
En apoyo de esta hipótesis, se ha observado que la lava de ciertos puntos calientes, en Samoa y Hawái, está, efectivamente, enriquecida en hierro.