
A pesar de la profunda crisis provocada por la pandemia del Covid-19 en el país, el gobierno chino sigue aumentando las restricciones para los cristianos. Mientras que las iglesias en América Latina, España, los Estados Unidos y en casi todo el mundo se mantienen en contacto a través de Internet durante la pandemia del COVID-19, esta estrategia es cada vez más ilegal en China.
El organismo de control Bitter Winter informó el 5 de abril que muy pocas organizaciones, y «solo aquellas que tienen licencias emitidas por el estado», pueden transmitir servicios religiosos a través de internet en China.«No podemos reunirnos debido a la pandemia», dijo a Bitter Winter un pastor clandestino de la iglesia en la provincia de Jiangxi. «Nuestra primera y única reunión en línea fue bloqueada por el gobierno poco después de que comenzara».
La libertad de culto o libertad religiosa es un derecho fundamental que se refiere a la opción de cada ser humano de elegir libremente su religión, de no elegir ninguna (irreligión), o de no creer o validar la existencia de un Dios (ateísmo y agnosticismo) y ejercer dicha creencia públicamente, sin ser víctima de opresión, discriminación o intento de cambiarla a la fuerza.