Margaret Aislinn Channon se enfrenta a cadena perpetua por arrojar 5 artefactos explosivos a coches policiales
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Muchas ciudades estaban fuera de control, levantada a sangre y fuego. Hordas antifas, muy violentas, destruían mobiliario urbano, coches, negocios. Las agresiones eran numerosas. Y, de repente, terminó.

¿Qué ha pasado?

La justicia ha empezado a ejercer su poder, han detenido a muchos cabecillas, y las penas a las que se enfrentan son muy altas: de 6 años a cadena perpetua.

Es el caso de la joven Margaret Aislinn Channon que fue filmada tirando cócteles molotov a cinco automóviles de  la policía. Arrestada,  piden para ella cadena perpetua.

De repente, la locura parece haberse calmado.

Esta es la manera de acabar con la destrucción del Estado de derecho: que la justicia caiga con todo su peso sobre los violentos, corruptos y prevaricadores.

Ahora hace falta que en España ocurra lo mismo. El problema que tenemos los españoles es que la Fiscal General del Estado, Dolores Delgado, es amiga del comisario de las cloacas José Villarejo. En unas grabaciones reconoce que fue testigo de cómo sus compañeros magistrados de la Audiencia Nacional y del Tribunal Supremo estaban con menores en un bar de Cartagena de Indias.

En otras palabras, si la justicia está del lado oscuro, difícilmente podría un país librarse del Mal.