
Nuevos datos sobre este escándalo bursátil sugieren que podría ser más amplio de lo que se pensaba en un principio. El político británico Nigel Farage, que también había trabajado en el mundo de las finanzas, comentó ayer en Radio Frederick Networks que movimientos similares con otros stocks se están produciendo también en Australia e Inglaterra.
Los pequeños inversores están empezando a ser actores cada vez más importantes en el panorama bursátil, gracias a la proliferación de herramientas de todo tipo que permiten el acceso virtual al parquet. El hecho de que los bancos no paguen apenas intereses y que haya tanta información on-line sobre inversiones está «democratizando» la actividad en los mercados de intercambio. Un terminal con información bursátil de la agencia Bloomberg, por ejemplo, cuesta alrededor de 2.000 dólares al mes y hoy puedes tener casi la misma información sólo algunos segundos más tarde.
Steve Bannon, comentarista político de Warroom, comentaba anoche que el hecho de que los tipos de interés estén tan bajos, o incluso a cero o negativos, proporciona una herramienta muy poderosa a las élites que pueden acceder a financiación ilimitada a la hora de influir en los mercados. Afirma Bannon que en este caso de GameStop y otras dos compañias, se habla de que el «shortage» producido para tumbar sus precios ha llegado a una cantidad cercana a los 70.000 millones de dólares, y que de esa cantidad, alrededor de los 15.000 millones de los que informábamos ayer, estaban todavía sin cubrir (los brokers no habrían depositado el dinero todavía).
Es una vergüenza para el sistema bursátil en general, que jóvenes recién graduados de la Universidad puedan «jugar» a los mercados con miles de millones que ni siquiera tienen y que pueden ser decisivos en las vidas de empresas y personas. La única forma de que este tipo de especuladores paguen por sus errores es haciéndoles pagar la factura, y si no la pagan por no existir intereses en la utilización de esas cantidades ingentes de dinero, habrá que procurar que se «equivoquen» para que así tengan que pagar por su injerencia en la vida económica de las personas.
El ex-CIA Roger Steele insiste en que parte del movimiento de limpieza del pantano que Donald Trump comenzó en 2016, consistiría en retirar hasta 11 trillones de dólares (11 billones en números europeos) de los bolsillos de los grandes especuladores de Wall Street que habrían «robado» esa astronómica cantidad en oscuras operaciones de especulación dirigidas a modelar el panorama bursátil a su gusto.
Se van alzando más voces en las últimas horas que afirman que el sentimiento patriota de millones de pequeños inversores está influyendo en los mercados para contrarrestar el efecto de los grandes especuladores. Parece ser en parte una consecuencia de los confinamientos a causa de la pandemia, por aquello de estar más tiempo en casa y buscar otras cosas que hacer. ¿Quién nos iba a decir que estar encerrados nos iba a ayudar a la hora de pelear contra los globalistas?.
El arma definitiva para terminar con toda esta especulación sería, en mi opinión, volver a los tipos de intereses de años atrás, es decir, que aquellos que especulan con miles de millones tuvieran que pagar por los intereses del dinero que usan para «invertir» de modo que al menos arriesguen algo en sus operaciones. No operarían tan alegremente si tuvieran que pagar intereses por mover esas cantidades ingentes de dinero. La vuelta al patrón oro podría ayudar mucho en ese aspecto.