
SÍGUENOS EN TELEGRAM
Les explico: Si bien inicialmente el juego de la escasez, mala distribución y desastre en la aplicación de lo que ellos llaman “vacunas”, ni la terminología médica, ni la RAE darían esa definición a lo que esta gente así llama pues, en definitiva es un experimento “génico”, jugando con nuestro RNA, de resultados imprevisibles, hoy por hoy. Como los decía ese juego, les salió tan estupendamente que se les fue de las manos, tanto dijeron que se hunde el barco y no hay botes salvavidas para todos, que la población dijo lo de “tonto el ultimo” mientras simultáneamente los países en los que manda un descendiente del profeta, tomaron de golpe la misma idea y pujaron hasta diez veces mas el precio. Ambas cosas juntas provocaron un puntual desabastecimiento que les hizo a los causantes y beneficiarios económicos y políticos de la ¡Plandemia! a sacar al mercado aquellos productos que no tenían adecuadamente contrastados para sus fines, con el resultado que se está viendo en países como Noruega o Israel, es decir montón de muertos en la tercera edad, que son los que peor resisten el experimento “génico”.
Aquí, en España, sobretodo en regiones que aprovechan su preponderancia política sobre el desgobierno, el “arrase” en las residencias de mayores también ha sido importante pero, se camufla bien: …/·… “La gente mayor se muere porque es mayor, no porque le hayamos puesto la vacuna. Simplemente hay una racha de más muertes, algo normal en invierno”…// … De acuerdo en la excusa, pero vamos a hacer números y este año los números han tenido muy mala suerte si los comparamos con los de otros años, pero como el pueblo soberano se queda en la memoria momentánea, y nunca a largo plazo, con los números que da telecuatreros, que no son todos, sino sólo los favorables a la tesis de quien los da, pues no existe la posibilidad, en ese momento de comparar con otras cifras, que ellos mismos nos han dado hace días o meses, y damos por bueno lo que nos cuentan, porque todos partimos de la base de que no nos va a engañar “la caja tonta”. Ahora bien, recuerden que el desgobierno le ha dado (112) ciento doce millones de euros, de sus impuestos, a los dueños de las emisoras amigas, suponemos que para algo, y ese algo no creo que sea por caridad.
Queridos lectores, debo informarles que entre los primeros vacunados, mucho personal sanitario, y, la mayoría han tenido: sudores, escalofríos, temperatura alta o fiebre, mareos, pérdida de conciencia momentánea, etc., algo que no tendría más importancia si no hubiese desembocado en síndromes, que han provocado, que en momentos puntuales y entre la primera y segunda dosis, el veinte por ciento de los sanitarios de este país esté o haya estado de baja.
También es curioso que la propia ficha técnica de la “vacuna Pfizer” diga que el resultado previsto es evitar ciento veinticuatro enfermos leves por cada diez mil ciudadanos vacunados, véanlo, está en Internet y en una página oficial de medicamentos. Se están riendo de todos nosotros y nosotros comprándoles tan felices el producto.
A ustedes ¿no les extraña?:
- Que se hayan producido desabastecimientos puntuales de vacunas.
- Que según el desgobierno para el verano (junio) está previsto que el setenta por ciento de la población esté vacunada y que tras el primer mes y medio, hayan vacunado a poco más del uno por ciento.
- Que se haya recomendado tras los primeros vacunados el que no se ponga a mayores de 75 años, luego 65 años y finalmente, de momento, 55 años la administración de una de esas vacunas.
- Que se hayan disparado las muertes en residencias de mayores.
- Que este año, tan solo se hayan declarado seis, (6) casos de gripe en una semana en España.
Y podríamos seguir con muchos más “que” hasta llenar páginas.
Y mientras tanto, el miedo crece entre parte de la población, mientras que otra parte ya está harta de que le tomen el pelo. Algo que se ha demostrado con el tema de las elecciones de la Región de Cataluña, donde ha quedado muy claro que no podemos ir a un bar a tomarnos unas cañas, pero si podemos ir a un colegio electoral, a poder ser la mayor cantidad posible de votantes de a quien le interese más. De que a las diez de la noche nos encierren, pero no hay problema en hacer mítines multitudinarios, a los que curiosamente la mayoría de gente pasa de ir, o mítines donde jóvenes pagados con billetes de cincuenta euros agreden a los que dan el mitin, mientras un nutrido grupo de policías regionales, más que nutrido ingente o desmedido, mira para otro lado y no se dan por enterados.
¡Curioso!
Eso sí, han conseguido que los miedosos vayan por la calle enfrentándose con la gente porque lleva la mascarilla más alta o más baja, cuando está técnicamente demostrado que las famosas mascarillas quirúrgicas dan igual a partir de cuatro horas de uso, siempre y cuando sea perfecto su almacenaje y uso. De lo que se deduce que llevamos las mascarillas no para no contaminar a otros, sino como bozal político y de nuestras libertades, pero los miedosos y votantes del desgobierno se arman de razones de las que les dan los telecuatreros para imponer sus criterios al resto de los ciudadanos.