Cuando una persona miente, no lo puede hacer constantemente. No puede mantener esa mentira y sobre todo no puede hacerlo si es un político que se pasa todo el día hablando de lo mismo, en este caso del virus. A Pedro Sánchez ya le ha pasado, ¿recuerdan aquella famosa intervención en la que se puso a gesticular en el Congreso de los Diputados para atacar a Santiago Abascal hablando de conspiraciones y de repente sacó el 5G sin que viniera a cuento? ¿Lo recuerdan?
¿Quién había dicho por aquel entonces que con el 5G nos fueran a controlar? ¿Se dan cuenta de que es imposible mantener la mentira siempre? Al final se acaba cayendo en la propia trampa y uno no sabe lo que dice porque mentir tanto y durante tanto tiempo es casi imposible porque no hay forma de mantener un relato coherente, alguna vez se va a meter la pata por falta de memoria, o por hablar más de la cuenta.
Pues ahora vean al impresentable del presidente de Chile, Sebastián Piñera, hablando de la financiación destinada para esta estafa que se llama coronavirus. ¿Cómo que en junio de 2019 ya se había establecido un presupuesto si por aquel entonces no existía el timovirus. Vean, porque no tiene desperdicio.
Artículo publicado por ‘El Diestro’
