
Tenemos muy claro que a los jesuitas se les ha ido la cabeza desee hace mucho tiempo, pero desde que tienen a un “colega” como Bergoglio en el Vaticano, mucho más. El ejemplo del Papa que estamos sufriendo es cada vez más perjudicial para todo el mundo católico y cuenta con la complicidad de los miembros de su orden para extender un pensamiento que puede ser cualquier cosa, menos religioso.
Y además exponen su extraña forma de pensar sin disimulo, a través de las redes sociales, demostrando que está más cerca de la palabra que se les dicte desde las fuerzas globalistas, que de la palabra de Dios. Una completa aberración.
Y es que intentar convencernos de las bondades de la adopción en parejas del mismo sexo, comparándola con el comportamiento de los pingüinos es absurdo, ridículo e incluso contraproducente para la tesis que nos pretenden vender. Un claro ejemplo es el de Thomas Reese, cura jesuita que se pasa más tiempo intentando ser influencer en las redes sociales, que predicando la palabra de Dios.
“Obispos católicos, tomen nota: una pareja de pingüinos machos, los primeros padres adoptivos del mismo sexo del zoológico de Nueva York, están haciendo un “gran trabajo” criando pollitos”.
Como verán, es absolutamente aberrante el mensaje que nos pretende vender este individuo. Si su idea de la vida es tan cercana al globalismo, no podemos entender como no se ha dedicado a otra cosa en lugar de a la que dice dedicarse. Es verdad, se nos olvidaba que es jesuita. Ahora ya lo entendemos todo.