Por si todavía no se habían dado cuenta, nos están tomando el pelo. Y no solo eso, además nos toman por tontos y por cajeros automáticos. No tienen ninguna consideración por nosotros y aquello de «gobernar para la gente», como suponíamos, se queda en mera palabrería. Este último punto no nos sorprende.
Resulta que, a propósito de Ucrania, Sánc-HEZ nos anunciaba a bombo y platillo que van a venir tiempos duros. Pero ojo, para nosotros, no para ellos. Ellos no van a bajar nunca su tren de vida. Antes muertos que sencillos.
Pero a las pocas horas de anunciar eso, nos enteramos que el Ministerio de Igual-da va a contar con una inversión de 20.000 millones de euros para políticas feministas. ¡20.000 millones de euros! ¿Se dan cuenta la de cosas que se podrían hacer con ese dinero? ¿Se dan cuenta a cuántas familias se podría ayudar con ese dinero y cuántos problemas, de los muchísimos que tiene España, se solucionarían?
Pues 20.000 millones para solucionar problemas inexistentes. Un dineral para que la enchufada de Pablo Iglesias, madre de sus hijos, disfrute de su puesto no merecido. Pero la cosa no se queda ahí, también hay que comprar el silencio de los que podrían organizar movilizaciones. Hay que comprar a los sindicatos y se anuncia que el gobierno ha aprobado una subida del 18% en las subvenciones a los sindicatos.
Sigamos así, ya verán qué pronto llegamos al fondo del agujero. El problema es que dudamos mucho que estamos preparados para volver a tomar impulso.
Me gusta mucho la carne de cerdo, pero a este puerco no lo puedo tragar, me da nauseas y ganas de vomitar, cada vez que aparece ese delincuente en la televisión siento una gran desilusión y tengo que cambiar de habitación ya que cuando habla el embustero se me parte el corazón, no se como los españoles podemos aguantar a tanto traidor, da lo mismo el gobierno que la oposición ya que todos sirven al mismo patrón.